Septiembre otra vez (II)

Aquí en soledad quiero brindar, sin vino, con música y nadie más.
Brindaré por dos cosas.
Brindo por mi dolor. Ese que me invade noche a noche, que no me deja respirar porque me reclama que tenía todo y lo dejé escapar.
Y brindo también por mi valor. El valor de estar aquí enfrentándome a mis pensamientos, al anhelo de sentirte, recordarte y aguantar el deseo de volverte a abrazar. Valor por reconocer que aposté todo y perdí; que di todo, que amé y estuve dispuesta a luchar.
Lo supe desde tiempo atrás, la razón me lo decía, pero le había puesto un velo que me resistía a quitar.
Qué ilusa fui, me sentía invencible, poderosa; hoy tengo miedo, y me invade la soledad.
En los días de angustia me ahogaba en pensamientos, buscaba una escapatoria a la ansiedad, quería escribir las mismas palabras llenas de coraje y dolor, palabras que la ira pensaba por mí; sin embargo no llegaban nunca, no lograban cuadrar; hacía y deshacía textos que no me terminaban de gustar. Ahora entiendo que no era furia lo que había dentro de mí, sólo una enorme tristeza por la certeza de que había llegado el final.
Ya no tiene caso hablar del silencio, de la cobardía, de las mentiras; los reproches no tienen sentido. Nada de eso hará la situación cambiar.
Hoy aquí me detengo sólo por un momento, para tomar un respiro y recuperar el ánimo de continuar.
Habrá que tomarlo con calma y la cabeza fría, tienes razón en decir que el perdón no sirve para mejorar lo pasado, pero el futuro tal vez; después de todo llegué a mi límite, me conocí un poco más y aunque tomó más tiempo de lo que creí, hoy sé bien lo que quiero y para bien o para mal, tú no puedes ni lo quieres dar.
No me rindo aún, ni tengo nada que celebrar, falta mucho más; todavía quedan noches sin dormir, queda mucho qué pensar.

6 comentarios:

  1. Claro, cuando todo empieza tienes fuerzas y ganas de luchar, sientes que podrás lograrlo. Pero ¡qué distinto es cuando todo termina! Entonces te acuerdas de la debilidad y del dolor que habías olvidado por un momento.

    Para despedir septiembre, buen escrito. Un mes lleno de altibajos, alegrías y tristezas, al menos para ti y para mí. Mañana, mañana será otro mes.¬¬

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Vaya Gracielawer, veo que por el comentario de Pith, que hay mucho en este post, que es muy personal y toca fibras muy sensibles.
    Como bien indicas, aun quedarán muchas noches para pensar y reflexionar sobre lo que ha pasado, de todo corazón que el destino les conceda el volver a intentarlo, ya que hay mucho cariño en ello.
    Te envío abrazos ;)

    ResponderEliminar
  3. Es muy difícil llegar a ciertas conclusiones mientras se está luchando contra sentimientos alterados. Es bueno cuando por fin pones las cartas sobre la mesa, pero siempre es necesaria una noche más para analizar lo ocurrido... sin embargo, no faltará algo que te ayuda a comenzar el siguiente día con una sonrisa.

    ResponderEliminar
  4. Es lo más hermoso que te he leido y me alegra que lo hayas podido escribir,que la tristeza no te ha ahogado las palabras...tu corazón está sanando.

    tu corazón va a sanar

    Mil besos preciosa.

    ResponderEliminar
  5. Anónimo12:47 p. m.

    Gracias por sus comentarios, en estos días estoy sin tecnología al alcance, problemas de conexión y fallas en el equipo... aaah es como estar en rehabilitación jejeje... pero poco a poco volveré y mientras pueda y de donde pueda seguiré vigilándolos

    Besos y abrazos!!
    >_<

    ResponderEliminar
  6. Oscuro, cicatricante, doloroso, real.
    De los escritos que, debido a lo que implica escribirlos, no desearía que fuesen seguidos. Muy bueno Ana.

    ResponderEliminar

Cuéntame tu experiencia sobre el viaje